El gran océano plástico
-Jèssica Pujol
Me preguntaba
¿qué plástico
que habían tocado mis labios
viajaría por canales
invisibles hasta el mar
para amontonarse con otros
en el gran océano plástico?
Desde mis labios
una botella
se fraccionaría
y mezclaría con otras
partículas de colores
de otros labios
juntas fluirían en la corriente
atragantando a los peces
y creando remolinos de basura
donde se posan las gaviotas
Me preguntaba
¿sabría reconocer
que me bañaba en ese contraste
de deshechos por la noche
creyéndome libre?
¿y qué plástico regresaba para acariciarme la pierna?
¿acaso podía ser el mismo que había besado?
La casualidad
me lo traía de nuevo
porque las correspondencias
también operaban allí,
en lo descompuesto
y residual
Me preguntaba
¿qué hacía que ese material
tan útil, maleable y bello
acabara flotando para siempre
en el océano?
Y a su regreso con las olas,
había estado en nuestra
boca, aunque lo hubiésemos abandonado
ya lo llevábamos adentro
como el agua de la botella
hasta más allá
de nuestros tiempos
Esa intoxicación íntima
nos sobreviviría
Ese confeti imperecedero
que atraganta a los peces
sería lo que quede de nosotros